Desde el inicio de la pandemia, los autobuses urbanos de Zaragoza, gestionados por Avanza, han ido implementando una serie de medidas para hacer que el servicio sea seguro. Una de las últimas acciones llevadas a cabo es la estipulación de que todas las ventanillas de los vehículos deben estar abiertas siempre.


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Un reciente estudio realizado por la Universidad de Zaragoza con el apoyo del Ayuntamiento avala que con esta medida se contribuye a controlar los niveles de CO2 en el interior de los buses. Así, tanto durante los trayectos como una vez terminado el servicio y ya en cocheras, las ventanillas de los vehículos permanecen abiertas en todo momento.

Además, se contribuye así a la evaporación de los productos químicos empleados cada día para la exhaustiva limpieza y desinfección de los autobuses. Durante los trayectos, los conductores tienen la instrucción de revisar que las ventanillas permanecen abiertas cuando llegan a terminal. Esta indicación se repite con frecuencia, tanto por escrito junto con la hoja de servicio como de forma electrónica, a través del sistema de información para conductores de la flota de buses.

El propio usuario es también responsable de que esta medida funcione ya que bajo ningún concepto debe cerrar las ventanillas. Hago frío o calor, la seguridad en tiempos de covid debe estar por encima del termostato personal de cada uno. Para los despistados, en el interior de los vehículos se han colocado pegatinas que advierten de esta prohibición.


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Desde Avanza se hace un balance positivo del compromiso de los viajeros con esta medida y se observa un cumplimiento generalizado de la norma. Con el mismo respeto se están tratando otras de las acciones puestas en marcha para minimizar el riesgo de contagio en los trayectos. La aplicación de gel hidroalcohólico en los dispensadores instalados en el interior de los buses, el aforo limitado o la posibilidad de comprar el billete online y llevarlo en el móvil son algunas de estas medidas.

La incorporada más recientemente es la de las ventanillas abiertas y se ha basado en los resultados del estudio científico. Un grupo de expertos de la Universidad de Zaragoza lo ha realizado de forma pionera en España tanto en buses como en el tranvía. La conclusión principal es que viajar en transporte público no aumenta el riesgo de contagio.

Esto tiene una explicación científica y es que la transmisión de aerosoles como forma de contagio demostrada en los últimos meses no se genera en estos medios de transporte por varios motivos. Según lo que detalla el estudio citado, estas razones serían el uso de mascarilla en todo momento por ser de carácter obligatorio; el breve tiempo de exposición de los usuarios del autobús, que es de entre 7 y 15 minutos; y la apertura de las ventanillas entre 7 y 15 centímetros en cada recorrido.

Ateniéndose a este último dato, Avanza no ha dudado en reforzar la seguridad del usuario llevando a cabo esta sencilla medida. Para ponerlo en práctica, los equipos que se encargan de la desinfección diaria tienen instrucciones de abrir todas las ventanillas al finalizar su trabajo en cocheras. De esta manera, cuando a la mañana siguiente comienza el servicio, el conductor ya se encuentra el autobús ventilado.

Así permanecerá durante todo su trayecto, contando aquí con la colaboración del usuario y con el control periódico del conductor.


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En esta misma línea de mejora de la calidad del aire, destaca otra de las medidas que ya se ha implementado en más de un tercio de la flota de buses. Se trata de la sustitución de las mantas filtrantes de los equipos del aire acondicionado por un modelo superior, que mejora el filtrado del aire en un 50 % respecto al anterior.