El Departamento de Sanidad del Gobierno autonómico ha anunciado que Aragón rebajará a partir de las 00.00 horas del sábado, 23 de octubre, el nivel de alerta por la pandemia del coronavirus, que pasa del 2 modulado al 1 modulado, permitiendo que todas las actividades y locales recuperen aforos y horarios, según lo que permita su licencia.

La excepción será el municipio zaragozano de Caspe, que se mantiene en fase 2 modulada ya que multiplica casi por 18 la incidencia media de la comunidad autónoma, al registrar 488,7 casos por 100.000 habitantes en los últimos siete días y 648,3 en los últimos 14, mientras que la media de Aragón es de 27,9 y 55, respectivamente.

Así lo ha anunciado la consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, en rueda de prensa, que ha dicho que este jueves o viernes se publicará la orden que recoja todas las medidas, como la desaparición de la limitación del número de agrupaciones de personas en el ámbito privado y público y aforos del cien por cien en interior y exterior.

Estas medidas afectan a todo tipo de actividades, como comercios, gimnasios, piscinas, cultura, locales de culto, celebraciones y para la hostelería y el ocio nocturno. Asimismo, se podrá consumir en barra y abrir las pistas de baile.

LAS POCAS EXCEPCIONES

La consejera ha matizado que en aquellos eventos en los que la participación de asistentes supere las mil personas en interior o dos mil en exterior los responsables deberán elaborar un plan de actuación que contenga medidas de prevención y control por si se registran casos positivos, que deberá estar a disposición de los servicios de salud pública y de las autoridades competentes.

Además, está previsto celebrar una reunión el próximo lunes, 25 de octubre, con las universidades, para recuperar la presencialidad al cien por cien. Por otra parte, como recomendación a los responsables de establecimientos, espectáculos o actividades, se señala la posibilidad de exigir un certificado COVID –por vacunación, haber pasado la enfermedad o de pruebas diagnósticas negativas– «al amparo del derecho de admisión», ha apostillado Repollés.

SIGUE EL USO DE MASCARILLA

El director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Francisco Javier Falo, ha apuntado que continúa vigente la normativa nacional que regula la obligatoriedad del uso de mascarilla en los espacios interiores y al aire libre, cuando se produzcan aglomeraciones, y no se pueda mantener una distancia mínima de 1,5 metros de distancia entre personas, salvo grupos de convivientes.

Tampoco se podrá fumar en la vía pública o en espacios al aire libre, cuando no se pueda respetar una distancia mínima interpersonal de, al menos, dos metros, incluidas terrazas, así como en espectáculos al aire libre.

La consejera ha precisado que el uso de la mascarilla, la distancia de seguridad, la higiene, la ventilación, el aislamiento de los casos y contactos son a partir de ahora las «herramientas de control» y «contención» de la pandemia, así como el seguimiento de los contagios.

También la vacunación contra la COVID-19, si bien se ha alcanzado prácticamente el «techo», ha observado Repollés, para añadir que se va a insistir en su necesidad para las personas que todavía no estén inmunizadas, igual que en el caso de la gripe, cuya campaña se presentará este viernes y se administrará de manera conjunta con la tercera dosis en mayores de 70 años. Según Repollés, «el futuro va a ser mejor, con cautelas, pero durante mucho tiempo conviviremos con este virus y tendremos que seguir haciendo controles y tratar los brotes, cuando se produzcan».

EVOLUCIÓN EPIDEMIOLÓGICA

La consejera de Sanidad ha expuesto que, en Aragón, está finalizando la sexta onda epidémica, cuyo suelo se alcanzó el 14 de octubre, con 21,9 casos por 100.000 habitantes a siete días y 52 a 14 días, cifras que no se habían alcanzado desde finales de junio y principios de julio 2020, cuando se pasó a la situación de nueva normalidad.

«A partir de este momento, es difícil de descender el volumen de casos» y, de hecho, «hemos tenido un ligero ascenso desde el jueves pasado, como ha sucedido en el resto de comunidades autónomas, esperable no solo por las festividades y reuniones sociales en fechas anteriores, sino por la propia dinámica de la pandemia», ha esgrimido Repollés.

Las tres capitales de provincia mantienen incidencias bajas, de 21,26 casos por 100.000 habitantes a siete días y 44,58 a 14 en Zaragoza; 13,8 y 63,47, en Teruel, y 9,27 y 14,83, en Huesca, respectivamente. En este último caso, son datos que se corresponde con una situación de normalidad, algo que ocurre en la mayoría de las localidades de más 10.000 habitantes de Aragón, ha dicho la consejera.

Estas cifras, junto al elevado porcentaje de personas de 12 y más que ya tiene la pauta completa de vacunación, el 88,54 por ciento y 1.043.716 aragoneses, así como la estabilidad de la presión hospitalaria, con el 5,9 por ciento de camas de UCI ocupadas por pacientes con la COVID-19 –el indicador de normalidad está en el 5 por ciento– y el 1,3 por ciento en planta –indicador de normalidad– han permitido adoptar medidas de flexibilización. La repercusión en la mortalidad también está siendo baja.

El director general de Salud Pública ha indicado que el 90,6 por ciento de la población mayor de 12 años ha recibido al menos alguna dosis frente al 88,5 que tiene la pauta completa, una diferencia que se debe a distintas causas, personas sobre quienes «no renunciamos» a que finalicen su inmunización.

Además, el colectivo de los jóvenes es donde la cobertura es menor, «un agujero que puede encender una mecha que hará en que las próximas semanas y meses vivamos un carrusel de subidas y bajadas», ha afirmado. Las estrategias son el envío de sms, la posibilidad de vacunarse sin hora todos los jueves en los centros de salud y la vacunación en empresa.