El albergue municipal de Calanda va a funcionar como ‘centro COVID’ para controlar posibles brotes entre los temporeros que trabajan en la campaña de la fruta. Alrededor de 300 trabajadores se emplean en este sector en el Bajo Aragón durante unos cinco meses, desde mayo hasta mediados de octubre. Proceden tanto de España como del extranjero y no todos ellos cuentan con una vivienda con habitación propia en la que puedan aislarse si se contagian del virus.


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Será en estos casos, considerados de urgencia, en los que se trasladará a los contagiados al centro covid. En estas instalaciones, cedidas por el Ayuntamiento de Calanda, la comarca del Bajo Aragón se hará cargo de su manutención, en cuanto a higiene, cuidados y alimentación. De esta manera, se intentará evitar brotes entre este colectivo que, en numerosas ocasiones, conviven en las mismas casas sin el espacio suficiente para el aislamiento.

El lugar escogido ha sido Calanda por dos factores principales. Por un lado, porque es la localidad del Bajo Aragón donde más temporeros se concentran y, por otro, porque las instalaciones del albergue son apropiadas para este uso. Los trabajadores que llegan a la comarca en estas fechas están dedicados a la recogida frutícola de melocotón y también lo hacen en otros municipios de la zona como Valmuel o Puigmoreno.

Esta acción, cuyo objetivo es velar por la salud y tener una campaña de recogida de fruta segura, es el resultado del trabajo coordinado de varios organismos. Además del Ayuntamiento de Calanda y de la comarca del Bajo Aragón, también participará la Guardia Civil, que realizará labores de vigilancia. Por su parte, el centro de salud calandino, junto con Salud Pública, se ocuparán de derivar a los pacientes y de coordinar su traslado al centro covid en caso de brotes.

“Se trata de estar preparados si se diera una situación de emergencia. Con esta medida queremos reducir el riesgo de contagio y garantizar el normal desarrollo de la campaña”, explica Susana Mene, consejera de Servicios Sociales de la comarca del Bajo Aragón. Este organismo será el encargado de garantizar la manutención y la higiene en el centro covid. “Se atenderá exclusivamente a aquellos trabajadores que, por las condiciones de sus domicilios, no puedan aislarse en una habitación”, incide Mene.

Tras una primera reunión celebrada la semana pasada para coordinar la operación, en la próxima sesión se concretará más sobre la logística en el centro. El albergue tiene habitaciones individuales y otras para grupos, que se organizarán para dar cobijo a los contagiados. “Es muy importante que en temas tan serios y con unas consecuencias tan nefastas haya coordinación y buen entendimiento entre todos los agentes implicados”, asegura Mene.


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Mientras los primeros temporeros ya están llegando a las principales zonas frutícolas de Aragón, se espera que, en total, se muevan unas 15.000 personas, con más intensidad en verano. De ellos, el 60% llegan de otros territorios y, una parte, no dispone de alojamiento ni lleva un control sanitario. 

El año pasado, estos meses fueron especialmente difíciles en cuanto a contagios de coronavirus entre temporeros en las comarcas del Bajo Cinca, el Cinca Medio, La Litera y el Bajo Aragón-Caspe. Para que este 2021 no se repita esta situación, desde enero, la administración autonómica y las locales, junto con las organizaciones agrarias y las cooperativas están trabajando para anticiparse. Las reuniones empiezan a dar sus frutos con medidas como la anunciada por la comarca del Bajo Aragón sobre la creación del centro covid de Calanda.