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Una conversación en un control perimetral de lo más surrealista. Sucedía el día de San Valero, patrón de la ciudad de Zaragoza y día festivo, en una de las arterias principales de entrada a la capital aragonesa desde Huesca.

Dos unidades de la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional controlaban los accesos de entrada y salida a la capital aragonesa cuando se encontraban con una situación llamativa, casi un año después del comienzo de la pandemia.


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Cinco jóvenes, no convivientes y algunos de ellos sin mascarilla, se acercaban al control en un mismo vehículo que era detenido por los agentes. Desde el primer momento, los integrantes del coche defendían que iban a ver de primera mano un camión que habían adquirido fuera de la ciudad. A partir de aquí, la conversación entre el Policía Nacional y la joven que conducía era la siguiente:

PN – ¿Van a ver un camión que se han comprado? ¿Se creen que a mí no me gustaría ir al Pirineo a esquiar? Pero no se debe, hay que ser consciente.

Conductora – Pero que el camión es nuevo, recién comprado y queremos verlo.

PN – ¿Pero no son conscientes de lo que pasa? No pueden salir de Zaragoza.


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Conductora – Vamos a salir un momento solo y volvemos…

PN – Están cinco en el mismo coche y sin mascarillas…

La conversación finalizó con cinco propuestas para sanción por incumplir las normas de distanciamiento, no llevar mascarilla e intentar salir sin una justificación razonada de Zaragoza capital estando la ciudad perimetralmente confinada por normativa sanitaria.

MÁS DE 170 DENUNCIAS AL DÍA

Durante media hora, en ese control policial en la Avenida de los Pirineos, los agentes efectuaron más de una docena de propuestas para sanción. Algunas de ellas relativas a gente de Huesca que iba a pasar el día a Zaragoza. El día anterior, víspera del día festivo, la Policía Nacional ponía más de 170 sanciones a particulares y 12 a establecimientos.

Asimismo, durante la noche del jueves, los agentes disolvían un ‘botellón’ en la zona del campus de San Francisco que había reunido a tres grupos de jóvenes, muchos de los cuales se daban a la fuga al percatarse de la presencia policial,. Aún así, los agentes sancionaban a doce de ellos por infringir las normativas sanitarias y hacer ‘botellón’ estando prohibido.