El número de rebrotes por COVID-19 aumentan en el país. La situación ha activado todas las alarmas en el Ejecutivo de Pedro Sánchez por la escalada de casos en zonas concretas, como Lérida. Hasta el punto de que la Generalitat ha determinado el confinamiento de la zona hasta que un juez ha invalidado la decisión por falta de competencias. Sólo le corresponde al Gobierno de España tal decisión.

En esa línea, de considerar nuevas decisiones para frenar los contagios más extendidos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, analiza desde las 9.00 horas en el Palacio de la Moncloa, con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, la situación de la pandemia, que registra poco más de un centenar de brotes.


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Según explica el Gobierno, Sánchez asiste a la reunión del Comité de seguimiento del coronavirus, encargado de seguir la situación epidemiológica de la COVID-19, y posteriormente Illa y Simón participarán en en una sesión informativa sobre las actuaciones previstas en casos de incremento de la transmisión.

Esta semana, más comunidades autónomas -como Aragón- se van a sumar a la decisión de implantar el uso obligatorio de las mascarillas, tal y como ya han hecho Cataluña, Baleares y Extremadura.

Así, han anunciado esta medida también Navarra, La Rioja, Aragón y Andalucía, y en Murcia, los alcaldes de Lorca y Cartagena han pedido al presidente regional, Fernando López Miras, que decrete su uso obligatorio tras la detección de 21 nuevos casos de coronavirus en la región.

En la comarca leridana del Segrià, una juez ha rechazado ratificar el endurecimiento del confinamiento al concluir que la Generalitat pretende «eludir» de forma ilimitada en el tiempo la aplicación parcial del estado de alarma, que es una competencia estatal para la que debería pedir permiso al Gobierno.

EL EPICENTRO DE ESPAÑA: ARAGÓN Y LÉRIDA

El gran rebrote de Lérida y cuatro comarcas de Aragón que colindan con Cataluña, que ya suma más de 1.500 positivos, ha sido el epicentro del principal rebrote después del confinamiento y uno de los tres más preocupantes de Europa. Pero no están escalando de la misma forma.

Mientras en Lérida la preocupación aumenta, hasta el punto de decretar el confinamiento que finalmente ha sido desestimado por un juez, Aragón controla los focos de las cuatro comarcas orientales que están en fase 2.


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Una de las explicaciones es la rápida actuación de la comunidad aragonesa ante los primeros casos detectados a mediados de junio. Lo que Lérida no decidió actuar hasta el 29 de junio alertando de un repunte del número de contagios.

Otro de los inconvenientes de la Generalitat para analizar la situación con celeridad fue la incapacidad de rastrear los contactos de los casos conocidos.