Formar no solo a buenos ciudadanos sino a personas íntegras. Este es uno de los principales objetivos de Escuelas Católicas Aragón (ECA), una institución que aglutina unos 90 centros, 50.000 alumnos y 3.800 profesores en toda la Comunidad. ‘Sabemos educar’ es el lema de la campaña de matriculación en la que están inmersos actualmente. Además de un lema es una declaración de intenciones y un mensaje directo a quienes se enfrentan estos días a la importante decisión de dónde escolarizar a sus hijos o menores a su cargo.

El periodo de matriculación para el próximo curso 2023-2024 comienza este viernes, 10 de marzo, y desde la institución tienen claro cuáles son los motivos para apostar por uno de sus centros para la educación de los niños en edad escolar. «Somos una escuela evangelizadora, donde no solo formamos a buenos ciudadanos, sino a personas íntegras que tengan un modelo de vida feliz, a la luz del Evangelio. Somos una escuela para la vida», señalan desde la sede de ECA. Su trayectoria les avala, ya que las escuelas católicas han llevado la iniciativa en educación desde hace siglos. Si bien la historia reciente de la institución parte de mitad del siglo XX, el germen de Escuelas Católicas se remonta a la fundación del primer colegio católico, el Colegio Imperial San Vicente Ferrer, fundado en 1410.

Desde entonces han pasado siglos de tradición, historia y experiencia que convierten a los centros educativos a los que representa Escuelas Católicas en “expertos en educación”. «Son escuelas que saben educar y que se han comprometido con la educación de muchas generaciones», apuntan desde la entidad, al tiempo que destacan ser referentes y líderes en excelencia educativa.

Esta longeva trayectoria no está para nada reñida con la modernidad. De hecho, ésta es una escuela innovadora, con los últimos avances en formación incorporados. También son centros transformadores que buscan mejorar la sociedad a través de personas educadas en responsabilidad y valores. «Por nuestra vocación pastoral, nuestros centros son integradores y en ellos tienen cabida todas las personas«, indican. Otros valores que se defienden desde la institución es que sus centros son de las personas y se dedican a su cuidado.

Desde su creación en 1957, el propósito de la institución ha sido siempre aunar esfuerzos para hacer posible una visión del mundo nacida del mensaje cristiano; acompañar a los centros y a sus titulares en su tarea educativa; y ejercer una labor de vertebración nacional, de representación institucional y empresarial, de promoción de la identidad católica de los centros y de formación de sus directivos y profesores. «Todo ello porque creemos en la educación, creemos en la libertad de enseñanza y en la escuela concertada como beneficio para el conjunto del sistema educativo y garantía de igualdad de oportunidades», defienden.

Desde este viernes, 10 de marzo, el periodo de matriculación para el curso 2023-2024 está abierto y los interesados pueden obtener más información en los propios centros, así como asistir a sus jornadas de puertas abiertas para conocer de primera mano las instalaciones y a los educadores.