“Se trata de un delito de injurias que podría incluso derivarse a un delito de odio”, explica Jorge Piedrafita, abogado de la Asociación Española de Guardias Civiles. Este abogado se refiere a las pintadas aparecidas en la localidad turolense de Andorra a raíz del incidente que costaba la vida de un joven de 30 años, que tras sufrir un brote psicológico arremetía armado con un cuchillo y un destornillador contra las agentes. Uno de ellos le disparó hasta en tres ocasiones causándole la muerte.


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En dichas pintadas aparece la palabra “asesino” , que acompaña al nombre de pila de este guardia civil que ayer prestaba declaración ante la policía judicial, que lleva las pesquisas previas de este proceso.

Al margen de los resultados de esta investigación en la que se ven inmersos los agentes, Piedrafita apunta a un posible delito de injurias y amenazas graves contra un miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado recogido en el artículo 504 del Código Penal.

“Se trata de una pena de multa de más de 5.000 euros y si ya hablamos de un delito de odio el autor o autores de dichas pintadas podrían enfrentarse a hasta cuatro años de cárcel”, explica este letrado representante de guardias civiles.

CONDENADOS EN TERUEL

En julio de 2020 la Audiencia de Teruel condenaba a dos tuiteros por injurias a la Guardia Civil a pagar cada uno una multa de 4.320 euros. En uno de esos tuits, su autor decía en referencia a los agentes asesinados por Igor el Ruso, «Pues que hubieran estudiado, en vez de alistarse en un cuerpo militar de matón y ablandaabuelas”.


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En otro de los mensajes en esta red social escrito por la otra internauta acusada se podía leer: «Últimamente son buenas noticias de policías muertos y guardia civil, y ver como los matan o se quitan la vida puff».

Mensajes ofensivos contra la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que la sentencia de primera instancia absolvió pero que la Audiencia de Teruel condenó afirmando que dichos mensajes estaban encaminados al desprestigio de la Guardia Civil , y que ambos habían sobrepasado el límite de la libertad de expresión por no respetar la honorabilidad de la institución.