El lugar donde ETA asesinó en Zaragoza al entonces presidente del PP-Aragón Manuel Giménez Abad, el 6 de mayo de 2001, quedará recordado con una placa en su honor, que ha sido descubierta este miércoles por sus hijos Manuel y Borja.


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La placa, situada a la altura del número 9 de la calle Cortes de Aragón, simboliza las «cicatrices» que la lucha por la consolidación de la democracia ha dejado en Zaragoza, ha expresado Manuel Giménez Larraz, hijo del político asesinado, en el acto de homenaje, al que han asistido la familia de Giménez Abad, así como asociaciones de víctimas del terrorismo y representantes municipales.

CUIDAR LA DEMOCRACIA

«El sistema democrático no ha surgido de la nada. Ha surgido del sacrificio de cientos de ciudadanos que han dejado su vida para garantizar nuestros derechos y nuestras libertades», ha manifestado Giménez Larraz, quien ha mandado el mensaje a las nuevas generaciones de que «hay que cuidar» la democracia.

Giménez Larraz ha recordado que su padre fue «tremendamente feliz» en Zaragoza, donde disfrutaba de pasear camino a la Romareda, como cuando recibió tres disparos de la banda terrorista, en compañía de su hijo Borja.

Por su parte, el alcalde de la ciudad, Jorge Azcón, ha defendido la necesidad de mantener «viva» la memoria de las víctimas del terrorismo como parte del «deber» de los demócratas».

Asimismo, ha denunciado que siga habiendo 300 asesinatos de ETA sin resolver y que, a pesar de haber identificado y detenido a los culpables de la muerte de Giménez Abad, sigan pendientes de juicio 20 años después.

«No existe ningún legado de ETA ni de los GRAPO más allá del horror y del asesinato», ha aseverado Azcón, quien ha agregado que los que «jalean» sus actuaciones son «cómplices» de sus crímenes.

A este respecto, el regidor ha advertido de que, a pesar de la disolución de la banda terrorista, «la amenaza sigue estando ahí«, tanto por los que sostienen un relato «falso» y «glorificador» del terrorismo como por otros fenómenos como el yihadismo.


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En el homenaje ha intervenido también la concejala delegada de Víctimas del Terrorismo, Patricia Cavero, quien ha recordado la ola de «indignación» que supuso el asesinato de Giménez Abad, que desencadenó una manifestación de más de 350.000 personas en la capital aragonesa.

Con esta placa, ha remarcado Cavero, Zaragoza no olvidará el sacrificio sufrido por personas como el político aragonés ni el dolor «infinito» causado a sus familiares.