¿Cansado de la masificación de destinos vacacionales típicos como Salou o Peñíscola? Por su cercanía con Zaragoza, estas playas son dos de las más frecuentadas por los veraneantes maños pero existen otras no tan populares. Torredembarra, Alcocéber o Sant Carles de la Rápita son algunos de estos lugares alternativos si lo que se busca es más tranquilidad.

Haciendo un recorrido por la costa mediterránea de norte a sur, uno de estos destinos menos masificados para unas vacaciones tranquilas es Comarruga. El tiempo de viaje desde Zaragoza en coche por la autopista AP-2 es de poco más de dos horas, con la salida de El Vendrell que conecta casi directamente con este pueblo de costa. Con sus restaurantes, hoteles y chiringuitos, Comarruga guarda el equilibrio perfecto entre movimiento y tranquilidad. Al contrario que en otros lugares de playa de la costa Dorada, aquí apenas hay bloques altos de pisos y predominan las casas bajas individuales.

Siguiendo hacia el sur, Torredembarra es otra alternativa muy buena para quienes quieran playa sin aglomeraciones. En tiempo, el viaje es algo mayor pero no sobrepasa las dos horas y media, una distancia que sigue siendo muy buena desde Zaragoza. Es uno de los destinos más escogidos para el turismo familiar y, además de la playa, tiene un castillo que se puede visitar.

Pasando de largo por la vorágine de turistas de Salou y, en menor medida, La Pineda, la siguiente parada en esta ruta de destinos de playa alternativos está en L’Hospitalet de l’Infant. Es otro de esos destinos no tan masificados de la costa Dorada donde pasar unas vacaciones tranquilas. La ventaja de escoger este lugar es que, además de la playa, la montaña también está cerca, lo que permite alternar planes si la estancia es de muchos días.

Muy cerca de allí, a apenas 20 kilómetros, está L’Ametlla de Mar, un destino que, si bien no es del todo recomendable para familias, es perfecto para amigos y parejas jóvenes a quienes les gusta ir de calas. No será Menorca pero este pequeño núcleo de la costa Dorada tiene su encanto. Conocido también como La Cala, es un tradicional pueblo pesquero con más de 30 calas y playas. Algunas son de piedra y de difícil acceso pero otras son más cómodas y de arena. 

Aunque todavía está en Tarragona, Sant Carles de la Rápita está algo menos accesible que el resto de destinos citados, con un viaje de tres horas en coche desde Zaragoza por carretera nacional. Pero cuando se está de vacaciones y se tiene tiempo, el trayecto es lo de menos. Además de ser un destino tranquilo de playa, Sant Carles destaca por su tradición culinaria y está muy bien situado, por su cercanía al Delta del Ebro, a 20 minutos en coche. 

Una situación muy similar es la de Las Casas de Alcanar, un barrio de la localidad de Alcanar escogido por muchos catalanes para tener su residencia de verano. En los meses centrales de la temporada vacacional así como en puentes festivos, este pequeño núcleo costero recibe a numerosos visitantes, muchos de ellos zaragozanos, que van en busca de tranquilidad a orillas de mar. 

Ya en la provincia de Castellón, las alternativas a Peñíscola en la costa del Azahar son varias. Uno de estos destinos es Alcocéber, al sur de otros masificados como Vinaroz o Benicarló. Aunque está algo más alejado de Zaragoza (más de tres horas de trayecto por nacional), el viaje merece la pena si se va en busca de un destino tranquilo. Este lugar es escogido por muchas familias con niños para pasar unos días de relax en verano pero con todas las comodidades. La oferta de alojamiento va desde apartamentos hasta hoteles con piscinas, buffet libre y animación.