No es fácil contactar con miembros de UKR24, muchos de ellos extranjeros que decidieron ir a Ucrania a luchar contra el ejército ruso. «Te podemos investigar; entiende que es por tu seguridad y la de ellos», nos dice un intermediario con el que contactamos desde HOY ARAGÓN.


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Pasamos varios filtros y llegamos a un umbral de cierta confianza. Nuestro contacto y representante de los españoles en primera línea de fuego en Ucrania es un oficial español que responde a las iniciales A.C. Actualmente es el segundo Comandante de una compañía, al mando de un centenar de soldados. 

En la entrevista nos quiere aclarar algo: «Hemos leído que nos acusan de ser mercenarios; nosotros no vinimos aquí por el dinero, aunque si recibimos un salario, como lo recibe cualquiera de las fuerzas armadas de Ucrania. Algunas veces los compañeros los usan para ayudar a la población o ayudar a la misma unidad que pertenecemos. Otros guardan y envían un poco a sus familias. Otras veces no recibimos la paga a tiempo, y eso no nos afecta en nada. Insisto, no estamos por el dinero, luchamos por que queremos ayudar a Ucrania y a Europa«. 

Insiste que los rusos si pagan a mercenarios que matan solo por dinero. Este soldado español se juega la vida cada día, al igual que sus compañeros. Con experiencia militar previa, muchos la tienen, seguía desde 2014 la situación de Ucrania. «Estoy aquí para detener al ejército de Putin y mantener a Europa a salvo, entre ellos mi familia que esta en España», insiste en que el conflicto podría saltar fronteras y afectar incluso a nuestro país.

Como a todo soldado, asegura que la pérdida de un compañero les afecta pero son conscientes de dónde están y a qué se enfrentan. Bajo un clima casi invernal, aprenden a sobrevivir física y también psicológicamente. «Hay ciudades en donde los rusos cometieron grandes crímenes y la población creo que jamás se recuperara de esto«, se lamenta. 

Como escuchamos en las noticias, ellos también reciben avisos de posibles ataques químicos, que tengan como resultado una contaminación radiactiva o quemaduras por bombas incendiarias. De momento no los han sufrido pero todos los españoles desplazados voluntariamente hasta allí para combatir tienen claro una cosa: «No vemos que esta guerra tenga un final a corto plazo». 

LUCHAR Y SOBREVIVIR A -30ºC

«La guerra se ha desarrollado en primavera y verano, nos preparamos para el invierno y puede ser muy duro para todos. Nos comentan los compañeros ucranianos que algunas regiones las temperaturas se mantienen a – 30 grados«, explica A.C. 

Niños con madres que huyen, adultos mayores que no pueden salir y no tienen a donde ir, es el panorama diario de una guerra que viven y ven. Explica este español que en las ciudades son más optimistas que en las zonas rurales y tienen más recursos para sobrevivir. «Le pediría a la comunidad internacional que sacara a los niños de la zona de conflicto son los que mas sufren», añade.

«A diario estamos es atentos, siempre atentos», asegura, y añade que todos son muy conscientes de que pueden perder la vida en cualquier momento.» Evitamos los combates directos, pero si los tenemos, los rusos generalmente abandonan la posición al vernos llegar, luego nos viene una lluvia de fuego de artillería, y tenemos que detenernos, tampoco podemos avanzar tan rápido. Dejan trampas , minas , y tienen francotiradores en el frente», relata A.C. 


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Este soldado hace un llamamiento a mostrar la realidad de la guerra, las violaciones, las vejaciones, y las muertes de civiles. Volviendo a su día a día, al combate, al miedo psicológico, cuenta que cada uno tiene su proceso. «Cuando llega el combate me concentro en lo que hago y no me da tiempo de pensar; el miedo lo tengo antes y después. Más que miedo es ansiedad cuando caes en la cuenta de la realidad del peligro que te rodea.