La Comarca del Matarraña se ha convertido en uno de los grandes atractivos turísticos de la Comunidad de Aragón. Sus paisajes, su gastronomía, unos hoteles excepcionales, y unos pueblos llenos de encanto son el cóctel perfecto para que visitantes de medio mundo acudan hasta este rincón de la provincia de Teruel para disfrutar de sus atractivos y reconectar con las cosas importantes de la vida gracias al estilo de vida pausado de estas tierras a las que siempre hay que volver.

La comarca del Matarraña está compuesta por 18 localidades, y realmente, cuesta decidir cuál es la más bonita. Su capital, Valderrobres, es miembro de la asociación de los Pueblos más bonitos de España, y merece una visita por sí misma. La vista de su casco medieval dominado por el castillo gótico y por la iglesia de Santa María desde el puente medieval que atraviesa el río Matarraña, se queda en la rutina de todos sus visitantes. Precisamente, este río que da nombre a la comarca, atesora buena parte de los atractivos de estas tierras gracias a las piscinas naturales y a los paisajes únicos que se agolpan en sus orillas.

EL PARRIZAL, IMPRESCINDIBLE

Parrizal de Beceite

El Parrizal de Beceite es un lugar para perderse y disfrutar de la naturaleza / HA

Entre los paisajes más conocidos de la zona, destaca si duda el paraje natural del Parrizal de Beceite. Muy cerca de esta localidad de aires medievales (en la que hay que comprar sí o sí embutidos de la zona), está el Parrizal. Una ruta sencilla de 6 km. ida y vuelta que asciende por el río entre barrancos, paredes de roca caliza y tramos de pasarelas que ayudan a ascender un curso de aguas cristalinas en color verde turquesa que te maravillarán.

Durante el paseo entre carrascas, pinos y boj, podrás incluso descubrir pinturas rupestres en la cueva de la Dona, testigo de la historia de esta tierra milenaria. Su zona más espectacular son los estrechos del Parrizal, una garganta de 60 metros de altura y una anchura de 1,5 en algunos tramos que se sitúa en el nacimiento del río.

Pero antes de acercarte, debes recordar un dato importante: la ruta de las pasarelas del Parrizal tiene aforo limitado, y a partir del mes de marzo, hay que adquirir un tique para poder acceder, que incluye un seguro individual.

Si te has quedado con ganas de bañarte, (porque en el Parrizal está absolutamente prohibido bañarse), puedes acercarte hasta la Pesquera, una sucesión de pozas y saltos del río Uldemó en su tramo final antes de confluir con el Matarraña situadas en el término municipal de Beceite que te harán sentir que estás en el paraíso.

BECEITE, CALACEITE, LA FRESNEDA… TE COSTARÁ DECIDIR QUÉ PUEBLOS VISITAR

Tras el baño, merece la pena caminar sin prisa por las calles de Beceite, (no perderse el Salto de la Rabos), o acercarse por cualquiera de los pueblos que salpican la comarca. Todos tienen algo que ofrecer, entre calles empedradas y una arquitectura tradicional, con casas palacio que marcan la personalidad de la zona. En La Fresneda no hay que perderse su plaza mayor triangular, con sus airosos soportales ojivales.

Calaceite también está calificado como uno de los pueblos más bonitos de España gracias a su entramado medieval, y a edificios como el ayuntamiento, construido en 1610, la iglesia de la Asunción, o  las capillas de San Antonio y de la Virgen del Pilar. En sus cercanías, también encontraremos el despoblado ibérico de San Antonio, un yacimiento arqueológico de los siglos V y VI A.C.

Tampoco hay que dejar de visitar Cretas, con su irrepetible calle Mayor, sus pasadizos, sus arcos y sus casas palaciegas, La Fresneda (uno de los pueblos más bonitos de la comarca), o Rafales, con su plaza Mayor, la iglesia gótica o el museo del Aceite de Rafales.

En Peñarroya de Tastavins hay que visitar las Roques del Masmut, una formación rocosa de más de 100 metros de altura que tiene una ruta de senderismo circular que da la vuelta al conjunto, y en Fuentespalda, tienen una tirolina de dos kilómetros que dicen que es la más larga de España, y de las de mayor extensión de Europa.

Para acabar con esta ruta por el Matarraña, no hay que dejar de conocer El Salt, un salto de 20 metros de altura del río Tastavins en La Portellada son otros de los lugares que hay que conocer, ya que es una de las cascadas más impresionantes de todo Aragón. Y todo lo que queda, habrá que guardarlo para una siguiente escapada.