Un 88 % de los egresados en Aragón trabaja 4 años después de concluir sus estudios en la universidad y más de la mitad de ellos lo hace con un contrato indefinido, con unos datos que mejoran las cifras de empleabilidad de años anteriores, pero que siguen reflejando la brecha de género.

Estas son algunas de las conclusiones a las que se ha llegado con el informe ‘La inserción laboral de los egresados universitarios del sistema universitario aragonés’, presentado en Zaragoza por la consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, Maru Díaz; los rectores de la Universidad de Zaragoza (Unizar) y de la Universidad San Jorge (USJ), José Antonio Mayoral y Berta Sáez, respectivamente; el presidente del Consejo Social de la Universidad de Zaragoza, Aurelio López de Hita, y la coordinadora del estudio, Diana Monaj.

El estudio, impulsado por la Agencia de Calidad y Prospectiva Universitaria de Aragón (ACPUA), ha sido realizado a partir de encuestas a una muestra de 1.309 alumnos, seleccionados entre los 4.726 que concluyeron su grado en Unizar (4.425 personas) y en USJ (301).

Cuatro años después, un 88,1 % está ocupado, un 4,9 % parados y un 7 % inactivo (por ejemplo, preparando oposiciones u otros estudios), si bien los hombres tienen una tasa de empleo superior (90,3 %) frente a las mujeres (86,5 %).

Por áreas, hay casi 15 puntos de diferencia entre la que tienen más empleabilidad, Ingeniería, industria y construcción (96,1 %), y las que menos, Humanidades y artes (81,5 %). Por orden, siguen a las ingenierías las Ciencias, Servicios, Educación, Agricultura, Ciencias Sociales, Educación, comercial y derecho, Salud y servicios sociales.

De estos exalumnos que se han incorporado al mundo laboral, más del 80 % trabaja a jornada completa, más de la mitad con contratos indefinidos, y se mantiene la bajo autoocupación, ya que solo un 8,6 de los hombres y un 5,2 de las mujeres son autónomos. El empleo en prácticas se da en un 1,7 de los egresados y en un 2,9 de las egresadas, 4 años después de concluir sus estudios.

El sueldo medio neto mensual es de 1.610 euros, aunque con diferencias notables por ramas: en Ingeniería e industria es casi 250 euros mayor y hasta 325 euros menos en Artes y humanidades.

La movilidad de los egresados es baja, ya que 7 de cada 10 se quedan en Aragón, mientras un 25 % opta por otras comunidades (encabezan Madrid y comunidades limítrofes) y solo un 3,3 se decanta por el extranjero, generalmente, Europa.

Como datos secundarios, el informe ahonda también en las decisiones tomadas por los alumnos tras la graduación, cuando algo más del 60 % optó por buscar trabajo. Entre ellos, un 43 % lo encontró (7 de cada 10 antes de los 3 meses), mientras que un 18,8 % no lo encontró y un 9,8 % siguió en su anterior empleo.

En cuanto a la formación continuada tras la graduación, 9 de cada 10 encuestados siguieron formándose. De ellos, un 66,7 % lo hizo con un máster, una opción que gana fuerza frente a la anterior encuesta, donde alcanzó a un 54,1 %. Una realidad que varía por áreas, alcanzando el mayor interés en los alumnos de Humanidades y Artes, donde casi un 80 % lo escoge. En Ciencias, destaca la elección del doctorado frente a otras áreas.

UN ESTUDIO QUE DESMONTA MITOS

“El sistema universitario aragonés tiene una enorme calidad y generamos egresados que tienen buena inserción laboral, que pueden trabajar más y mejor que lo que trabajan sus homólogos que no tienen una titulación universitaria. Por lo tanto, la universidad está funcionando como un verdadero ascensor social que garantiza empleos más estables y salarios más altos”, ha celebrado la consejera de Universidad.

Además, Díaz ha destacado que la tasa de paro de titulados está 3 puntos por debajo de la media nacional, “lo cual significa que estudiar sí que permite tener un empleo y mejorar la estabilidad laboral”.

“El mito de para qué vas a estudiar en la universidad si luego vas a trabajar de camarero no es cierto: la inmensa mayoría a los cinco años está trabajando en aquello que estudió”, ha señalado el rector, que ha enumerado otras falsas creencias como que las universidades no se actualizan o que la Universidad de Zaragoza y la San Jorge “no son amigas”. “Son amigas y las dos lo que quieren es crear talento para Aragón, así como también es falso que Aragón cree talento para exportarlo”.

“Son resultados muy positivos que contradicen de forma contundente algún bulo, rumor o creencia que no se corresponde con la realidad. El sistema universitario aragonés cumple, y cumple muy bien, con sus objetivos”, ha dicho, asumiendo que “todo es mejorable”, pero que no hay que infravalorar el buen trabajo realizado que consiste en “poner en la calle a miles de egresados que se están encadenando perfectamente en el sistema empresarial aragonés”.