Estaban muchos expectantes no solo al partido de octavos de final que enfrentaba a España y Marruecos sino a posibles disturbios durante y tras el partido. Por un lado las alarmas se habían encendido tras los incidentes producidos días antes en Bruselas tras el partido que ‘los leones del Atlas’ ganaron a Bélgica y con el que lograron la clasificación.


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Por otro lado existía cierta tensión tras mensajes difundidos en redes sociales en los que se pedía a los ultras de los equipos españoles unirse para «defender las ciudades españolas». En Zaragoza capital, horas antes del inicio del choque mundialista, se podía ya encontrar una fotografía del monumento al Rey Alfonso I el Batallador, símbolo de la reconquista de Zaragoza en 1118 frente a los almorávides. Sobre esta imagen se podía leer: «No es solo un partido; defiende tu ciudad, defiende Zaragoza». Y una citación para aquellos que quisieran presentarse, las 16:00 horas en Plaza España, lugar donde tres horas después los aficionados marroquíes celebrarían la histórica victoria frente a España y su pase a cuartos.

Ante estas convocatorias y los precedentes en la capital europea, la Policía Nacional y la Local de Zaragoza habían previsto reforzar el turno de tarde. Las cinco horas más «peligrosas» tenían que posicionarse en los puntos donde podrían reunirse las aficiones. Desde una hora antes del partido hasta cerca de las 21:30 horas o incluso más tarde si se producían incidentes.

En el caso de la Policía Nacional, los encargados de «embotellar» y aislar a los posibles violentos era la UIP, Unidades de Intervención Policial preparados para actuar en supuestos de prevención y de peligro inminente, o de grave alteración de la seguridad ciudadana.

En la previa del partido la Plaza de España, lugar habitual de celebraciones de triunfos deportivos de ultras del Real Zaragoza, ya estaba custodiada por varias furgonetas de la UIP, así como unidades de Seguridad Ciudadana y UAPO de la Policía Local de Zaragoza.

CORTES DE CALLES EN SAN PABLO

Durante el partido todo estaba muy controlado y apenas había movimientos detectados de facciones de ambos equipos que pudieran enfrentarse o protagonizar peleas violentas. La situación iba a cambiar con el resultado final tras la tanda de penaltis que daba la victoria a Marruecos. En ese momento varios centenares de aficionados llegados de distintos puntos de la ciudad se apresuraban a reunirse con banderas y camisetas de su selección en las inmediaciones de la Diputación Provincial de Zaragoza.

Uno de los barrios en los que más movimiento se esperaba era El Gancho, ya que gran parte de la comunidad marroquí en Zaragoza reside allí. Varios centenares de jóvenes con banderas invadían la calle Conde de Aranda al finalizar el encuentro. «Teníamos previstos cortes de tráfico; incluso se llegó a cortar la circulación del tranvía durante dos horas. Cerramos Independencia, coso y el acceso a Plaza España desde el Edificio Espartero», apuntan fuentes cercanas a estos hechos.

«Yo les grabé cuando salieron a la calle y empezaron a invadir la calzada, pero todo fue muy pacífico, nada más allá de cuatro gritos de alegría», explica un hostelero de la calle Conde Aranda. «Fue todo muy civilizado, dentro de un ambiente festivo, y nada más», añaden desde el Gabinete de Prensa de la Jefatura Superior de Policía Nacional en Zaragoza.


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Los aficionados marroquíes, que no ultras ni violentos, estuvieron celebrando hasta las 22:3o horas la victoria, momento en el que decidieron disolverse sin provocar ningún incidente posterior. Una tarde noche que podría haberse complicado de no ser por el dispositivo policial, muy entrenado en Zaragoza a la hora de evitar incidentes vinculados a hinchadas de equipos de fútbol.