Ezequiel Gurría ya es un nombre y un hombre en el boxeo, no solo nacional sino europeo. Sin hacer mucho ruido, con humildad y perseverancia, este zaragozano podría convertirse este sábado, a sus 27 años, en el nuevo dueño del título europeo de la Organización Mundial de Boxeo, WBO, en categoría Superwelter. Luchará en casa de su rival, Hamza Seheraz, un boxeador de más de metro noventa de estatura y que cuenta sus combates por victorias. El Wembley Arena en Londres será el escenario este próximo sábado de la nueva aventura de Gurría. «Estoy en mi mejor momento», contaba a los medios de comunicación esta semana.

PUÑOS Y CABEZA

El fútbol perdió a un jugador que podría haber sido competitivo pero el deporte ganó a un boxeador campeón. «Tuve una lesión de rodilla y no pude seguir jugando, pero no podía dejar de hacer deporte y empecé con el boxeo«, recuerda Gurría.

Desde entonces y de la mano de un equipo muy solvente, con Sergio Lavandera como entrenador y su hermano Jesús como ese apoyo que nunca falta, ha conseguido estar en lo más alto a nivel nacional y ahora busca subir otro peldaño.»Será difícil pero va a dar la cara y demostrar que no va allí a pasearse sino a competir«, explica Lavandera.

Será a diez asaltos de tres minutos cada uno. Aragón estará muy bien representado en el corazón de la capital británica. Pase lo que pase ganará el coraje y la humildad de un trabajador del ring que a buen seguro ondeará la bandera de su comunidad en el cuadrilátero.