Ibercaja cerró 2019 con un beneficio neto de 84 millones de euros, el doble que el año precedente, gracias al dinamismo de la actividad comercial, la diversificación de los ingresos, la disminución de los costes recurrentes y la fuerte caída de los activos improductivos.

Según ha informado la entidad este martes, los recursos de clientes totales administrados por el banco aumentaron el 6,6 por ciento y superaron por primera vez los 60.000 millones al cierre del ejercicio, 3.735 más que un año antes.


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La entidad achaca este incremento al buen comportamiento de los recursos en Madrid y en el arco mediterráneo, al registrar un incremento interanual del 10,6 por ciento.

Según el banco, la gestión de activos y los seguros de vida registraron un incremento del 9,9% interanual hasta 27.870 millones de euros, un volumen que representa ya el 46% del total de recursos de clientes de Ibercaja.

Los fondos de inversión experimentaron un repunte interanual del 13,4 % hasta sumar 13.981 millones, lo que ha permitido alcanzar por primera vez a Ibercaja Gestión una cuota de mercado del 5,1 %. El pasado ejercicio, Ibercaja formalizó 5.434 millones en nuevos préstamos y créditos, el 52 por ciento concentrado en empresas no inmobiliarias.

LA EXPANSIÓN DE IBERCAJA

La Comunidad de Madrid y el Arco Mediterráneo (Cataluña y Comunidad Valenciana) aglutinan el 48 % de las nuevas operaciones de préstamos y créditos al tejido productivo y las familias, lo que evidencia la materialización de la apuesta del banco por el refuerzo de su posicionamiento en estas áreas del país.

Además, el saldo de financiación acumulada de capital circulante de este segmento de clientes creció un 8,5 % respecto a 2018 hasta alcanzar 7.643 millones.


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Los ingresos recurrentes (la suma del margen de intereses y comisiones) se cifraron al cierre del ejercicio en 942,1 millones, un 0,6 % menos que en 2018, y los costes de explotación disminuyeron un 10,3 % interanual debido a la ausencia de gastos extraordinarios.

LA SOMBRA DEL ERE

En 2018 Ibercaja incluyó 55,8 millones correspondientes a la aplicación de parte del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) acordado con una mayoría de los representantes de los trabajadores en 2017, y actualmente negocia otro ERE que prevé la salida de 550 empleados y el cierre de 160 oficinas.

El año pasado, el beneficio antes de provisiones aumentó un 9,7 % interanual hasta 326,5 millones. El volumen de activos problemáticos registró una caída interanual del 36,9 % (de 1.124 millones) hasta situarse a final de año en 1.918 millones, y la tasa de mora ha descendido hasta el 4 %.

La generación de capital en 2019 permitió que el coeficiente de solvencia CET1 Fully Loaded avanzara 82 puntos básicos hasta situarse en el 11,4 % a finales de diciembre y el ratio de capital total Fully Loaded en el 15,5 %.


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La venta a Helvetia de un 4,45 % de Caser supondrá un incremento en un 0,2 % del ratio de solvencia CET1 Fully Loaded una vez se produzca el cierre de la transacción en el primer semestre de 2020.

El coeficiente de solvencia CET 1 (Phase In) se situó en el 12,3 % y el ratio de capital total (Phase In) en el 16,4 %, superando ampliamente los requerimientos para 2019.