La empresa aragonesa Fontanería Sin Obras (FSO), dedicada a la reparación de tuberías, está desarrollando, junto al Instituto Tecnológico de Aragón (ITAINNOVA), el robot RETUB, para poder realizar esos trabajos recorriendo grandes distancias y con la gran ventaja de no tener que desmontar ni sustituir las instalaciones.

Publicidad

Hasta ahora, la reparación se realiza mediante la inserción dentro de la tubería de un mecanismo empujado por unas varillas, consistente en una plataforma con ruedas y una válvula de proyección de resinas epoxy que cubren el interior de la tubería. Mediante este recubrimiento, de varios milímetros de espesor y compatible con agua de boca, se consigue reparar la tubería (de diversos materiales: plásticos, metálicos, cerámicos) sin necesidad de sustituirla.

Juan Ferrández, gerente de FSO, explica que con el robot RETUB, estable frente al vuelco y adaptable a los diámetros, se consigue “evitar la sustitución de las mismas, evitar la modificación de la instalación existente sin precisar de proyecto técnico de ejecución y se mejora considerablemente el rendimiento de la instalación, al tener menor coeficiente de rozamiento».

Además se elimina, de esta forma, cualquier tipo de obra innecesaria, se reduce considerablemente la inversión económica, se minimiza el tiempo de ejecución; se respeta el medio ambiente, al no tener que gestionar residuos derivados de las obras; y se utiliza la instalación existente, evitando costosos proyectos que tienden siempre a incorporar un gasto excesivo.

EMPRESA ENFOCADA AL MERCADO EXTERIOR

Esta joven empresa aragonesa, creada en 2013, comenzó a exportar en 2017. “Somos una empresa muy enfocada en el mercado exterior, pero después de tres años, con gran desarrollo internacional, la pandemia ha frenado completamente nuestro desarrollo internacional«, explica Juan Ferrández. Este 2021, «esperamos que el mercado exterior suponga un 25%, con Rusia, Israel y Cuba entre nuestros principales clientes», apunta. Para años próximos, la previsión es que la exportación suponga «más del 60% de nuestros ingresos”, prevé.

En 2019, FSO acudió a ITAINNOVA y «el resultado no puede ser más satisfactorio», confiesa el gerente de FSO. «Hemos conseguido desarrollar el producto que cumple nuestras primeros requerimientos, y desde entonces vamos añadiendo funcionalidades al mismo”, señala.

Respecto a si Aragón es una región tecnológicamente desarrollada, dada su experiencia, señala que “sí, aunque siempre se puede desarrollar más». En su opinión, «debe apostar muy seriamente por sus pequeñas y medianas empresas».

«Cuando hablamos de desarrollo tecnológico, pensamos más en digitalización y en el desarrollo de TIC, pero el gran salto que debemos dar las pymes, es en la automatización de nuestros productos y procesos«, opina Ferrández. La utilización de las nuevas herramientas robóticas «debe estar mucho más presente en nuestro día a día”, añade.