El CO2 es el principal causante del cambio climático y el principal lugar de emisiones contaminantes son los edificios. Sus efectos ya son palpables y el momento de atajar este problema no puede esperar más. Suponen el 36% del CO2 emitido y el 40% de la energía consumida anualmente en la Unión Europea. Es decir, las generamos en nuestras viviendas cada día. Sólo en España, según datos oficiales proporcionadas por Eurostat, la cifra ronda el 28,5. Por poner un ejemplo más concreto: un hogar medio de cualquier municipio consume 3.500 Kilovatios/hora al año. En cambio, si esta vivienda tuviera energías renovables, tanto fotovoltaica como una mini eólica, se reducirían hasta en un 80% las emisiones contaminantes.

Otros estudios oficiales certifican estas cifras. Según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de España, el 28% del consumo total de energía se dan en el sector residencial y el 22% en edificios comerciales. El experto Jaime Santa Cruz reconoce que «las viviendas construidas entre los años 60 y 70 no tienen ningún control energético y son un coladero de contaminación». Estas viviendas que tienen más de cuarenta años de antigüedad, y tienen certificados energéticos con la letra ‘E’ y ‘G’ (las más bajas del mercado) suponen más del 55% de los edificios, lo que hace que derrochen mucho y contaminen muchísimo más. En este sentido, Aragón concentra junto al País Vasco y Cataluña en el parque inmobiliario más envejecido de España.

Según fuentes de Idealista, consultadas por HOY ARAGÓN, los 40 años de antigüedad para dividir el parque inmobiliario hacen que desde 1980 no existía ninguna normativa reguladora sobre las condiciones térmicas de los edificios. Este problema climático llamó la atención de la Unión Europea para instar a la nueva construcción de vivienda eficiente y la rehabilitación de los edificios más contaminantes. Por ello, Ejecutivo de España se ha propuesto mejorar la eficiencia energética de las viviendas españolas, como parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Para ello, se destinarán 4.420 millones de euros de los fondos Next Generation de la Unión Europea.

El portal inmobiliario estima que unos 13 millones de viviendas en España podrán acogerse a alguno de los programas de rehabilitación residencial y construcción de vivienda social del PRTR, con ayudas y subvenciones para mejorar su consumo de energía y la calidad de los edificios.