De nada sirven para muchos vecinos de los pueblos desalojados por el incendio de Ateca las disculpas que la empresa de reforestación Land Life ya ha hecho públicas. Tenían un proyecto millonario que consistía en repoblar 1.000 hectáreas en España, una parte de ellas en Aragón y concretamente en el entorno de Ateca. «Queremos reducir sus emisiones de carbono y comprometerse con acciones positivas en favor de clima», aseguraban en una nota de prensa hace un año. 


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A finales de junio ya provocaron un incendio mientras trabajaban en la zona que provocó que ardiesen 20 hectáreas de zona forestal. Ese incidente no hizo que tomasen las medidas oportunas, ni sirvió de precedente para futuros trabajos en la zona. Casi un mes después han vuelto a provocar otro incendio, convertido ya en uno de los incendios más devastadores de las últimas décadas en Aragón. «Estamos desolados», dicen desde la empresa de reforestación. Una retroexcavadora hizo saltar la chispa en torno a las cuatro de la tarde en un día en el que los termómetros estamos rozando a esa hora los 38 grados de temperatura entre Bubierca y Ateca, donde estaban trabajando.

«Tenían que haber prohibido los trabajos a esas horas en vez de quedarse solo en una recomendación», explican los alcaldes de los pueblos afectados que señalan a las autoridades aragonesas. Y en una zona, insisten, en el que rozar un hierro con una piedra y con las altas temperaturas vividas en las últimas semanas podría ser fatal, y así ha sido. 

Las redes sociales se han llenado de críticas hacía un negocio, el de la reforestación que, según afirman en algunos tuits, “está pervertido y poco o nada interesado en el medio ambiente”, insiste el tuitero Javier Gimeno. “Esta empresa que ha provocado el incendio vende certificados ‘Greenwashing’, lavado verde, es decir, venden certificados a grandes empresas pero que éstas puedan decir que son sostenibles y no contaminan”, añade.

«Se podría haber evitado»

El responsable de la empresa en España insiste en que cumplían con la normativa local y que se habían tomado medidas ante el calor extremo que estaban pasando estos días. No obstante insiste en que no se tenía que haber estado trabajando a esa hora y en ese lugar. Ya han abierto una investigación dentro de la empresa y suspendido los trabajos en la zona. «Es una lección aprendida que no se puede volver a repetir», insisten los responsables de esta compañía. 

La Asociación de Agentes para la Protección de la Naturaleza en Aragón, Aapna, también ha puesto el grito en el cielo. «Con este calor cualquier chispa genera un incendio que no sabes hasta dónde puede llegar«, ha dicho en varios medios de comunicación Javier Escorza. «Este gran incendio que ya ha quemado más de 14.000 hectáreas se podría haber evitado», insiste Escorza.