La Audiencia de Teruel acaba de emitir una sentencia condenatoria de 27 años de prisión contra Pedro Lozano, conocido como ‘El rambo de Requena’, el hombre que tuvo en jaque a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tras huir después de varios robos y disparar su escopeta recortada contra dos guardias civiles que le dieron el alto en la localidad turolense de Muniesa.

Sucedió en junio de 2020, hechos que produjeron un gran revuelo en la provincia de Teruel, concretamente en la Comarca Sierra de Arcos y Cuencas Mineras, en cuya capital, Andorra, fue detenido el delincuente tras un nuevo enfrentamiento con la Guardia Civil. De hecho tuvo que ser disparado en una pierna ante la violencia con la que respondió a los agentes antes de ser capturado.

La Sala de lo Penal de la Audiencia Provincial de Teruel presidida por Doña María Teresa Rivera Blasco y compuesta por Doña María de los Desamparados Cerdá Miralles y Sara García Casanova acaba de emitir esta sentencia tras celebrarse el juicio de vista oral los pasados 22 y 23 de marzo de 2022.

Las magistradas encuentran acreditado el relato de la acusación que explicó que Pedro Lozano estuvo robando en distintas viviendas del Castellar y alrededores, de las que sustrajo el vehículo cuyo robo fue denunciado y cuando fue interceptado por los agentes disparó sobre los mismos para quitarles la vida, hiriendo de gravedad a uno de ellos y así poder seguir con la huída hasta que fue apresado por un amplio dispositivo policial.

Jorge Piedrafita, letrado de la acusación particular en nombre de los dos agentes tiroteados, se mostraba esta mañana satisfecho en parte. «Discrepo con la calificación jurídica que los considera tentativa de homicidio y no de asesinato», explicaba. El abogado representante de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, AUGC, ha añadido que recurrirá,  ya que se sigue entendiendo que los hechos fueron muy graves y casi cuestan la vida a dos servidores públicos ejemplares cuando estaban garantizando la seguridad de la ciudadanía.

‘El rambo de Requena’ se enfrentaba a un total de 61 años de cárcel. Una sentencia que no deja satisfechos a todos pero que refleja la gravedad de los hechos a los que se enfrentaba el delincuente valenciano.