Varios ayuntamientos aragoneses han emitido bandos y comunicados en los que autorizan expresamente al Ratoncito Pérez a que visite las casas de los niños a quienes se les caiga un diente, y atienda sus obligaciones a pesar del confinamiento al que obliga la pandemia de coronavirus.

De esta manera, se entiende en estas localidades que la del Ratoncito Pérez es una labor «esencial», y bien podría estar incluida en el decreto del Gobierno de España que detalla los servicios y ámbitos profesionales que no tienen que someterse al cese de actividad. Recoger dientes caídos y cambiarlos por propinas así se considera, por ejemplo, en Boltaña, Hecho o Calamocha.


Publicidad


El alcalde de Boltaña, José María Giménez, y el de Hecho, José Luis Burró, han emitido un comunicado, el mismo en ambos casos, en el que autorizan al Ratoncito Pérez a que visite las casas de estas localidades siempre que lleve su mascarilla y sus guantes y le recomiendan que evite tocarse el morrito y los ojos y se lave muy frecuentemente las patitas para evitar contagios.

Los alcaldes felicitan a los niños del municipio por su «comportamiento ejemplar» durante los días de confinamiento y les muestran su más sincera gratitud por tener «tanta paciencia», por ser obedientes y por respetar y hacer respetar las restricciones de movilidad.

También el alcalde de Calamocha (Teruel) ha mantenido conversaciones con el Ratoncito Pérez para hacerle saber que los niños de la localidad están cumpliendo con todas las normas, que se quedan en casa, se lavan las manos y hacen sus tareas.


Publicidad


Por eso le ha otorgado un «salvoconducto especial» al esperado roedor. Para que el animalito no se contagie, les pide a los niños a lavarse bien las manos, y el diente, antes de dejarlo bajo la almohada.