Vivimos una situación económica tan grave que no podemos usar eufemismos. Una situación económica que tiene dos variables altamente inflamables. La falta de referencias en situaciones anteriores y su inesperada llegada. El resto de compuestos económicos son los propios de cualquier crisis: paro, precariedad, impagos, desahucios, etc.


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Se ha utilizado en exceso la frase de John F. Kennedy, «No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país«, incluso el propio Pedro Sánchez la uso hace escasos días, trasladando un mensaje a la ciudadania, y por supuesto a las administraciones.

En los tiempos de coronavirus en los que vivimos, las empresas deben seguir siendo ese ‘caballo sano que tira de ese carro robusto‘, y las administraciones públicas deben tratar de no molestar, y por supuesto no ver a las empresas como ‘a esa vaca que se puede ordeñar’.

La ciudad de Zaragoza necesita cualquier tipo de inversión, y en tiempos de incertidumbre todavía más. Zaragoza necesita generar empleo. La ciudad es referencia en múltiples sectores pero ahora puede serlo en el ámbito sanitario. Es posible ser una referencia en un sector como el sanitario de alto valor añadido que no es ni estacional ni temporal.

Es por eso que la llegada de inversión privada para levantar un hospital de referencia en la ciudad con más de 100 millones de euros no es sólo una buena noticia. Es la mejor carta de presentación de que Zaragoza es capaz de atraer potencial empresarial hasta en el peor momento económico de los últimos años.

El gobierno municipal PP y Ciudadanos entiende la necesidad del valor empresarial en una ciudad que no debe tenerle miedo al urbanismo. Y el papel que ejerce el consejero de Urbanismo, Víctor Serrano, como palanca de la transformación urbanística de la ciudad está siendo esencial.

«La llegada de inversión privada para levantar un hospital en la ciudad por más de 100 millones no es sólo una buena noticia. Es la mejor carta de presentación de Zaragoza»

Más que nunca la clase política debe estar unida para apoyar proyectos que generen riqueza. La criminalización del desarrollo empresarial con banderas que agitan fantasmas de burocracia, la nacionalización de empresas estratégicas o imposiciones políticas para enfrentar lo público con lo privado no es el mejor capital que debe tener una ciudad.

Por eso es irresponsable la actuación de la izquierda de la ciudad (PSOE, Podemos y Zaragoza en Común) al no permitir inversiones que van a ayudar a los zaragozanos en su futuro. Porque ese hospital lo levantarán trabajadores de toda condición, tendrá empresas de la ciudad que proveerán al centro hospitalario y trabajarán vecinos que aspiran a un futuro mejor.

Todo ello gracias a una parcela abandonada que no tenía ninguna salida a corto plazo. Zaragoza debe insistir en colocar una alfombra roja a cualquier inversión que genere riqueza en la ciudad para terminar creando un entorno más prospero.