El pasado jueves tuvo lugar la conferencia organizada por la Clínica HLA Montpellier y Fundación Dfa titulada ‘Ginecología y mujeres con discapacidad’ en el salón de actos del centro hospitalario. De esta forma, ambas entidades informaron acerca de las patologías ginecológicas más frecuentes que sufren las personas en condición de discapacidad física y concienciaron acerca de las dificultades que tienen que afrontar a la hora de acudir a revisiones ginecológicas periódicamente. 

Acudir a la consulta de ginecología es un obstáculo para muchas mujeres con discapacidad física. La falta de espacios amplios, de camillas adaptadas y de grúas para transferir a la paciente suponen importantes barreras a la hora de someterse a revisiones, ecografías y seguimiento de embarazos. Por estas u otras razones, la realidad es que en España “una de cada tres mujeres con discapacidad no ha acudido nunca a una consulta ginecológica”. Así lo afirmó la Dra. Adelina Salazar, ginecóloga de la Clínica HLA Montpellier, que habló, entre otras cuestiones, sobre la importancia de las revisiones ginecológicas periódicas en mujeres por diferentes grupos de edad y sobre la prevención de enfermedades ginecológicas. 

En Aragón hay 57.000 mujeres con algún grado de discapacidad. Como en el resto de España, a excepción de casos puntuales como Madrid o Andalucía, “el primer problema al que se enfrentan es la carencia de un plan o protocolo de formación que impide que estas personas puedan ser atendidas y manejadas de forma adecuada en una consulta”, comentó la Dra. Salazar. 

La Dra. Salazar recomendó centrarse en la prevención de enfermedades ginecológicas y las principales patologías asociadas, entre las que se encuentran las infecciones vulvovaginales o urinarias. Vigilar el color y el tipo de flujo es importante para detectar enfermedades como candidiasis, tricomoniasis, vaginosis bacteriana, vaginitis inflamatoria descamativa o vaginitis atrófica. Para ello, ofreció una serie de consejos: usar ropa interior de algodón y poco ajustada, lavarse con jabones adecuados, limitar la depilación, no ingerir alimentos muy ricos en azúcares o vigilar la humedad en la zona durante la temporada de piscinas y playas, etc.