Cuando una pareja o mujeres solas llegan a nuestro centro con la idea de convertirse en padres, iniciamos un análisis para establecer el diagnóstico de esterilidad y por tanto empezamos estudios para poder indicar el tratamiento adecuado a cada caso.


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Parece haber convenio en señalar un año de relaciones sexuales no protegidas sin conseguir embarazo como tiempo suficiente para realizar el estudio básico de esterilidad, ante la probable aparición de algún factor de esterilidad.

Existen tres factores etiológicos principales: el ovulatorio, el seminal y el tubárico; pero en la mitad de las parejas que consultan por esterilidad aparece un factor masculino más o menos patológico de forma aislada o asociado a otros factores.

Por lo tanto, es evidente que el factor masculino constituye en la actualidad un punto básico del estudio de la pareja estéril, nosotros estamos muy enfocados en su valoración y en los posibles tratamientos que nos ayuden a mejorar los resultados.

El origen de la deficiente calidad seminal puede ser infeccioso, tóxico, iatrogénico, genético, idiopático… y tan sólo el 20% de los casos tienen una etiología susceptible de ser tratada, recurriendo en la mayoría de los casos a tratamientos empíricos (antiandrógenos, gonadotrofinas, agentes antioxidantes) o directamente a tratamientos de reproducción asistida (TRA) según el caso.

En los varones, los tres parámetros seminales a estudiar son: la concentración, la movilidad y la morfología espermática, remarcando además el valor pronóstico del REM a la hora de indicar el TRA más adecuado a cada caso y si existen alteraciones considerables proponemos un estudio de FISH de espermatozoides con Fragmentación de DNA de cadena doble y sencilla.

Dentro de los tratamientos que implican manipulación de gametos en el laboratorio, el primer escalón lo constituye la inseminación artificial (IA), que puede ser la Inseminación Artificial Conyugal (IAC) o en la que tenemos que usar muestra de donante, Inseminación Artificial de Donante (IAD). Para indicar correctamente la IA son preceptivos dos requisitos: el primero es tener una calidad seminal “suficiente” con un Recuento de Espermatozoides móviles

(REM > 2-3 millones) y el segundo haber constatado la permeabilidad de al menos una trompa de Falopio en la mujer. El protocolo comienza con la inducción de la ovulación y finaliza con la inseminación intrauterina de la muestra espermática tras capacitación del semen.


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La principal indicación de la IAC la constituye el factor masculino leve-moderado, pero también se puede beneficiar de ella otros diagnósticos como la esterilidad de origen desconocido, el factor cervical, la disfunción eréctil, etc.

Los resultados esperados y expresados en tasas de gestación se cifran para las IAC en 17-20% /ciclo, con una tasa acumulada en 4 ciclos del 20-30% y para las IAD de 20-25%/ciclo con una tasa acumulada en 4 ciclos de entre 30-40%.

El segundo escalón terapéutico lo constituye la fecundación in vitro (FIV). Su principal indicación será el factor tubárico (salpingitis, endometriosis…), en edades avanzadas y en parejas en las que la IAC ha resultado fallida en 4 ocasiones.

Cuando la indicación de las técnicas in vitro reside en la presencia de un factor masculino severo, la fecundación se asiste con FIV convencional o la microinyección del espermatozoide de forma activa dentro del ovocito (ICSI).

El protocolo en este grupo de TRA responde sobre una estimulación ovárica para conseguir un desarrollo multifolicular (DMF); seguidamente se procede a la recuperación ovocitaria a través de una punción ovárica bajo anestesia y controlada ecográficamente. 3, 5 ó 6 días después se realiza la transferencia embrionaria vía transcervical y también bajo control ecográfico.

La confianza de Clínica Aísa para la reproducción asistida / Clínica Aísa

La ICSI permite la consecución de embarazos con un requerimiento mínimo de espermatozoides, ya que será necesario un único espermio por cada ovocito maduro de que dispongamos. Esto posibilita realizar el tratamiento en casos extremos de esterilidad masculina como son la criptozoospermia (> 100.000 espermatozoides/ml) e incluso la azoospermia (secretora u obstructiva) en este último caso, la recuperación de espermatozoides se lleva a cabo a través de una Biopsia Testicular (BT) y/o el aspirado epididimario. Todo esto ha minimizado actualmente la necesidad de recurrir a semen de donante en los TRA.


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Dos casos especiales merecen mención dentro de las indicaciones de ICSI: el uso de “ovocitos valiosos” ya sea por baja respuesta o por preservación de la fertilidad y la utilización de “semenes valiosos” criopreservados, como son los casos de pacientes que congelan una muestra seminal o de ovocitos antes de ser sometidos a tratamientos gonadotóxicos como la radio y las quimioterapias o antes de ser sometidos a una esterilización irreversible como la vasectomía.

Las tasas de embarazo por ciclo que actualmente ofrecen las técnicas in vitro se cifran en un 30-60% dependiendo del factor edad, y las tasas de embarazo acumuladas en 4 ciclos superan el 80%. Estos resultados se amparan en tasas de implantación >30% que obligan a transferir menos embriones por ciclo (normalmente entre uno y dos) con objeto de reducir al máximo la incidencia de embarazos multifetales.

*En la Clínica Aísa estamos especializados en los casos difíciles y estamos en la vanguardia de técnicas y biotecnología, contamos con un equipo multidisciplinar implicado en obtener los mejores resultados y dispuestos a estudiar y evaluar a fondo a cada caso.

Pueden visitar la web de la Clínica Aísa en: https://aisafiv.com