Uno de los tratamientos de cirugía plástica más demandados por las pacientes es sin duda el aumento de pechos.

A pesar de que el someterse a este tipo de operación pasando por el quirófano con un objetivo estético parece ser una opción bastante clara para la gran mayoría de las mujeres, no cabe la menor duda de que debe de ser una decisión ampliamente informada, con todos los pros y contras que conlleva este tipo de actuación.


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Entre los aspectos que toda persona más debe de cuidar en este tipo de cirugía, es la elección correcta de la prótesis mamaria, siempre bajo el asesoramiento de un buen cirujano plástico profesional y un buen asesor de imagen, los cuales aconsejarán sobre el tipo, tamaño y forma más idónea con respecto a la anatomía de la paciente.

Los motivos por los que pasar por el quirófano para un implante mamario divide a las mujeres en dos grupos:

(1) Aquellas mujeres jóvenes que tienen unos senos pequeños y desean más volumen o que talvez presenten algún tipo de anomalía y,

(2) Aquellas mujeres que tras después de ser madres y terminar con la lactancia materna, sus pechos han perdido volumen y están mucho más caídos, deseando una mejora física.

Antes de llevar a cabo la cirugía es muy importante el acudir a un buen cirujano profesional con experiencia en el campo, que pueda ofrecer a la paciente toda la información precisa sobre los diferentes tipos de mamas, cirugía, post-operatorio y posibles complicaciones existentes.

Toda prótesis mamaria está formada por una envoltura de silicona y un relleno que puede ser de dos tipos diferentes según su composición:

Gel de silicona: se trata del implante mamario más utilizado y recomendado por los cirujanos puesto que aporta un aspecto mucho más natural tanto a la vista como al tacto. En el caso de rotura, el gel permanece en su interior siendo difícil su derrame, por lo que tampoco se notará una disminución del volumen de los senos.

Para ello es recomendable el hacerse de manera periódica una resonancia magnética para detectar algún tipo de rotura posible.


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Solución salina: para el relleno de la prótesis mamaria se utiliza un suero fisiológico formado de agua y sal. Este tipo de prótesis se desinflan con el paso del tiempo y llevan un mayor riesgo de rotura. En el caso de rotura, obviamente se notará una pérdida de volumen de forma gradual y será el propio organismo el que sin riesgo alguno absorberá toda el agua salada que forma el relleno.

Este tipo de prótesis es un poco más dura al tacto, aportando al aspecto físico un aspecto menos natural.

Ya sea una prótesis de gel de silicona como de solución alcalina, ambos tipos deben de cambiarse cada 10 ó 12 años en función de los diferentes problemas que con el tiempo vayan apareciendo como roturas, encapsulamiento, endurecimiento, etc.

Con respecto a la forma de las prótesis mamarias, uno puede encontrar diferentes opciones totalmente personalizadas en cuanto al gusto y físico de cada paciente.

Prótesis mamarias redondas: de forma redondeada y con poca base. Han sido los implantes más utilizados en España hasta el momento, pero ahora el personal se inclina por los implantes anatómicos.
Prótesis mamarias anatómicas: de forma ovalada, en forma de lágrima o gotita de agua suelen estar formados por gel de silicona muy compacto para conservar la forma.

El resultado obtenido es totalmente natural y está especialmente indicado para mujeres delgaditas de pecho muy pequeño.

Dependiendo de la anatomía de la persona y deseos, la paciente necesitará una determinada forma de prótesis. Para ello es aconsejable el dejarse aconsejar por un buen cirujano plástico experimentado y asesor de imagen, los cuales le ayudarán a tomar la decisión más acertada.


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A la hora de implantar una prótesis es muy importante el asegurarse que la prótesis cumpla con todos los requisitos legales y materias de seguridad, de ahí que todas las prótesis autorizadas en España deben de llevar obligatoriamente el marcado CE (Conformidad Europea) que lo certifique.

Ninguna prótesis mamaria es para toda la vida, la duración depende de la calidad de vida, de la reacción del propio organismo, del encapsulamiento o rotura que pueden producirse en la cubierta de la prótesis, del rechazo, etc.

Para conocer el estado de la prótesis mamaria es muy importante el que un especialista en cirugía plástica realice todo tipo de revisiones de manera periódica y así poder evitar futuros problemas.