Son parte del vecindario de algunos barrios del centro de la capital. En San Pablo dicen los vecinos que llevan años soportando el incivismo de algunos. «Acabo de pasar por Mariano Cerezo y se me ha cruzado una rata que pesaría 3 kilos; daba miedo. Eso a plena luz del día, pues imagínate a las tres o cuatro de la mañana», explica Raúl, vecino del barrio que lleva años criticando esta situación.

Y todo esto en parte, insisten, a la dejadez de vecinos que no saben comportarse y dejar la basura en los contenedores. Es más «fácil» para ellos, aclara Raúl, dejarlo en el portal o en cualquier sitio. «Hay rincones que se han convertido en basureros improvisados; allí lo dejan y se olvidan. Bolsas abiertas con restos, colchones, muebles viejos, todo mezclado. Como para explicarles el tema del reciclaje», ironiza.

Han intentado en numerosas ocasiones denunciar esta situación antes las autoridades pero de momento, solo pueden denunciar cada caso y avisar a los servicios municipales de limpieza. Si les ves haciéndolo, matizan otros vecinos del barrio de San Pablo, te increpan y se enfrentan a ti. «En calles más escondidas como la calle Morera, o en medio de la calle San Pablo. El caso es que vas andando y tienes que esquivar la mierda en plena calle, con la insalubridad que eso genera», recuerda Raúl.

Las denuncias por incivismo se suceden pero no llegan a ningún puerto porque los autores del «vertido» en plena calle nunca responden o se declaran insolventes para hacer frente a las sanciones económicas. Y eso que tras la nueva ordenanza municipal las multas por dejar basura en la calle en Zaragoza se han endurecido.

Rebuscar en la basura se penaliza con hasta 1.500 euros de sanción y dejar la basura fuera del contenedor con hasta 3.000. «A esto hay que añadir el riesgo de enfermedades, la insalubridad, el aumento de ratas y otros bichos que se alimentan de desperdicios…», dicen los que padecen este incivismo.

«Convivir con mierda no es de recibo. Esto se tiene que saber. ¿Qué pensaríais cualquiera de vosotros si bajáis a vuestro portal y al abrir la puerta os encontráis una escombrera y un olor muy desagradable?¿No lo denunciaríais?», insiste Raúl.

CHABOLISMO VERTICAL

En la Asociación ‘Calles Dignas’, del mismo barrio de San Pablo, van más allá. En sus redes sociales se puede leer el término «chabolismo vertical». «Las fachadas desde fuera parecen arregladas, pero el interior es como una chabola. Suciedad y riesgo de derrumbe», explican.

Es lo que ven, por ejemplo, en la calle Pignatelli, cuando se asoman por sus ventanas al patio interior de sus bloques o de otros cercanos. «Los bomberos han actuado en algunos tras los incendios. Los cierra el Ayuntamiento pero la suciedad sigue ahí. Está tapado a la gente de la calle pero dentro se genera un germen peligroso e insalubre que puede afectarnos a todos», aseguran desde ‘Calles Dignas’.

HOY ARAGÓN ha hablado con técnicos municipales y bomberos que han podido acceder a varios bloques de esta calle tras sus desalojos comprobando la suciedad y miseria que allí había acumulada. «Es imposible vivir entre tanta basura. Ningún ser humano debería enfrentarse a eso. Pensar que han vivido familias con niños…», recuerdan.

Vecinos y asociaciones de San Pablo pretender intensificar sus protestas ahora que está llegando el buen tiempo y el verano. «El calor aumenta los olores y la putrefacción. Esto puede aumentar la insalubridad porque basura van a seguir tirando», advierte Raúl y otros vecinos que viven una situación de falta de convivencia en un barrio del centro de la capital aragonesa.