Unas veces la vendía en su casa y otras se desplazaba en persona con una bicicleta eléctrica que él mismo se había fabricado hasta donde le solicitaba el cliente. A sus 77 años tenía la jubilación bien asegurada y no parecía que tuviese intención de dejar de «trabajar» en el narcotráfico.

Un ‘soplo’ permitió a los Agentes de la Unidad Minorista de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Policía Nacional de Zaragoza, conocida como el Grupo de ‘Menudeo’, dar con este jubilado. Tan solo tenía que atravesar el paso del Mercado Central de Zaragoza, unos pasos a pie, o en bicicleta para llegar a su clientela, que en su mayor parte estaba en la zona del casco en bares y locales de ocio. Fue precisamente en uno de sus «viajes» tras quedar con un cliente, en la calle de El Temple, donde los agentes lo detuvieron. 

El Juzgado de Instrucción número 9 de Zaragoza permitió la entrada y registro en su domicilio, tras recibir la información de la Policía Nacional de que no era una venta casual y llevaba tiempo dedicándose a este negocio ilegal. Encontraron en el llavero que llevaba el detenido una llave que abría el cuarto de contadores del edificio, donde la agente “Coca”, miembro de la Unidad canina de la Policía Nacional,   localizaba en un recoveco tras una cuba de agua, un calcetín  que contenía una bolsa con unos 6 gramos de cocaína, dos paquetes con 8 y 6 dosis individuales preparadas para su venta inmediata, una báscula de precisión y una bolsa de 57’86 gramos de lo que aparentemente resulta ser sustancia de corte y varias gomas de color negro.

Eso solo era un anticipo de lo que después encontrarían en casa de este veterano narcotraficante. Fue a raíz de un recibo de una empresa de cerrajería en el que se hacía referencia al arreglo de una cerradura de un trastero del Paseo Pamplona de Zaragoza, a nombre del detenido donde dieron con el alijo importante. Nada más y nada menos que un cuarto de kilo de cocaína, 242’5 gramos y 4,5 kilos de sustancia de corte. Hablamos de una posible ganancia total en la calle de casi 15.000 euros.

UNA FAMILIA DE NARCOS

El detenido fue puesto horas después a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia, quien tras oírlo en declaración decretó su inmediato ingreso en prisión. No era la primera vez que este septuagenario y su familia tenían problemas con la justicia por tráfico de estupefacientes, casi siempre cocaína. 

Ya en 2012 la mujer de este hombre era detenida por vender el conocido como «polvo blanco», y su hijo era expulsado del país por exactamente lo mismo. Esta familia, de nacionalidad colombiana, seguía a pesar de los traspiés policiales con el negocio de tráfico de cocaína. Una jubilación que para este hombre que ya rozaba los 80 años ha terminado gracias a un «soplo» y al trabajo policial que ha dado sus frutos con un alijo de medio kilo de cocaína que ni siquiera los investigadores, esperaban encontrar.