Zaragoza está sumida en la niebla. En los últimos días, la ciudad del cierzo ha sucumbido por una densa niebla que es capaz de invisibilizar a la mismísima Basílica del Pilar. Sin embargo, su presencia en Zaragoza dejará paso en los próximos días al cierzo habitual de la capital aragonesa.

Pero, ¿por qué se produce siempre por estas fechas una niebla tan densa en Zaragoza? Tiene su explicación, según el blog ‘El tiempo en Zaragoza‘.


Publicidad


En el valle del Ebro se produce un tipo de nieblas por irradiación, lo cual genera varios fenómenos que coinciden en el tiempo sobre estas fechas invernales.

Por un lado, las altas presiones barométricas que son habituales por la influencia del anticiclón de las Azores o el norteafricano. Es por ello que, con su presencia, se empuje el aire de arriba hacia abajo secando el aire.

A su vez, el aire frío por ser más pesado suele asentarse en los lugares más bajos, como sucede en la depresión del Valle del Ebro. La ausencia de cierzo -o viento- junto a las altas presiones citadas provoca un tapón sobre el valle del Ebro que no deja escapar el gélido frío.

Otro de los factores, evidente en estos días de invierno, es la ausencia del sol durante una gran parte del día. Cuando comienza a oscurecer, la tierra comienza a irradiar el calor que ha acumulado durante el día haciendo que la capa más superficial se enfríe con gran rapidez.


Publicidad


La humedad influye en gran medida para la generación de niebla, tanto en el ambiente como la que aportan los ríos del valle del Ebro.